A veces me siento como un pixel sin resolución, y me da por imaginar que los satélites se caen y se invierten los polos (qué locura sería, ¿no?); gélidos ante una fuga de egos, cegados ante la carencia de disputas, de competiciones,
¿qué máscara disimularía nuestro miedo al olvido?
El proyecto "La imagen secuestrada" cuestiona el uso banal que se hace de la imagen en este punto de la década.
Si deseas formar parte de este experimento, incluye tu dirección postal en el cuerpo del "mensaje" y recibirás vía ordinaria una fotografía (un "abekoco") de forma periódica y gratuita (cuándo y cuál es un misterio).
Imprimiré 5 ejemplares por cada "foto del mes", con la idea de que cada contacto reciba al menos 3 fotografías diferentes a lo largo de un año.
Eventos, exposiciones, ideas, también se divulgarán vía postal (el papel, como soporte, retoma el valor que le arrebataron los bits).