Abe, es un acortamiento,
de un nombre del antiguo testamento.
Koco, no tiene significado
pero tiene música en este pareado.
Podría ser un perfecto adjetivo calificativo,
por supuesto apreciativo (o hasta un riguroso ablativo, abekocus, abekoco),
¿hablaríamos de un hombre o una mujer?
tal vez de aquello que no sabemos responder,
Podría tratarse de un movimiento artístico,
o incluso de un hipocorístico.
Pero sin duda, nos referimos a las inquietudes de una persona,
con clara influencia de Madonna.
Abekoco, a pesar de su educación,
siempre ha sido un especialista en el arte de la provocación.
A pesar de su origen espiritual
nació para el mundo audiovisual.
Es considerado un Gran Teatrero,
con indudables guiños de popero
buen amante del collage y del dadaísmo,
es también defensor de las pelucas y del mamarrachismo.
Entiende que el cine y la fotografía,
son eterna poesía,
y toma conciencia que el tiempo no es lento,
inmortaliza escenas e irrepetibles momentos
Ve la belleza en la cotidianidad
y lo cotidiano en la inmensa deidad,
encuentra amabilidad en la hostilidad
y convierte con o sin flash lo efímero en eternidad.
Sin duda, admirador de la fusión
y también de la contradicción,
(entre tecnicidad y tradición no existe división)
Apasionantes cuadernos de viaje y gente pasando el rato,
solemnes y entrañables retratos,
sonrisas que permanecerán para siempre en el anonimato.
